"Se trata de un largo anhelo que he tenido dentro del socialismo y que luego de varios intentos fallidos, finalmente, logramos que la Legislatura apruebe, hace un par de años. Sus raíces republicanas inculcadas desde pequeño en la siempre recordada Villa Cañás, son también parte de una conducta intachable a lo largo de su vida. Y quizás sea eso lo que le ha dado el reconocimiento unánime de todo el campo cinematográfico”, manifestó Puy.
Tras destacar la indiferencia de un país que ha sido ingrato con la obra de la mayoría de sus cineastas, pero en especial de quienes pertenecieron a la llamada “Generación del '60”, el diputado Puy revalorizó la obra de Martínez Suárez en la dirección de películas de la dimensión de El crack (1960), Dar la cara (1962), Los chantas (1975), Los muchachos de antes no usaban arsénico (1976) y Noches sin lunas ni soles (1984). Además, realizó el episodio La Salamanca de la película Viaje de una noche de verano (1965), y escribió junto a Gius el guión de La Mary (1974), entre otros.

Como señala su reseña biográfica “la importancia de José Martínez Suárez no sólo se mide por su largo recorrido por la Historia del cine argentino, sino también por lograr convertirse en un referente de los distintos períodos que marcaron la vitalidad de la producción nacional. (...) Martínez Suárez construyó una obra que tiene una coherencia difícil de encontrar en otros directores, y que terminó delineando un estilo personal sin manierismos, gestos gratuitos ni demagogia.”
Desde hace tres años preside el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, demostrando su plena vigencia intelectual, ética y honestidad, al conducir el único festival Clase A de nuestro país, el más grande de Latinoamérica.
En el acto, además del Diputado Puy, habló el historiador cinematográfico Mario Gallina y se exhibió un video homenaje realizado por Sebastián Hermida.





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