El domingo 12 de julio, el Gobierno de la Ciudad informó sobre la creación del Parque Central Norte en nuestra ciudad, con los objetivos de incrementar el espacio verde y reducir las emisiones de gases contaminantes. El proyecto preveía ensanchar hasta 12 carriles a la Avenida Facundo Quiroga, eliminando las Avenidas del Libertador y Figueroa Alcorta, el Centro de Exposiciones de la Ciudad y gran cantidad de especies arbóreas, absolutamente irrecuperables. En un ambicioso plan de varias etapas, dentro de un supuesto Plan de Movilidad Sustentable -cuyos alcances, costos y tiempos de implementación aún no se dieron a conocer- que involucra los túneles bajo la 9 de julio, un nuevo Centro de Convenciones, estacionamiento para 1.000 autos, etc., Macri abrió una licitación de casi 98 millones para esta primera etapa. Increíblemente, apenas 30 días después, la licitación se suspendía por falta de presupuesto.
Un proyecto hecho con seriedad debe estar basado, por una parte, en una necesidad real que forme parte de una idea consensuada de la ciudad que queremos tener. Por la otra, que sea factible, es decir que existan fondos suficientes o procedimientos financieros aceptables para la comunidad. Y finalmente, que sea sustentable, es decir que no dañe al ambiente actual (natural y social) ni el que dejamos a las generaciones futuras.
El sólo hecho de haber sido impulsado y retirado "por razones presupuestarias" nos indica poca seriedad y mucho de improvisación. Y si tenemos en cuenta objeciones como (1) que el área elegida es la que tiene los parques mejores y más cuidados, (2) que el incremento de espacio verde es imperceptible o dudoso, (3) que la creación de lugares de uso fijo (anfiteatro, por ejemplo) quitaría la actual característica de versatilidad del área, (4) que la contaminación de la nueva vía, de 2,6 Km., será mayor que la reemplazada de 800 metros, (5) que los nuevos usuarios serán los autos particulares y no el transporte colectivo, (6) que el costo social de perder por varios años el Centro de Exposiciones es altísimo, y (7) que presenta muchas dificultades técnicas no resueltas, se confirma esta visión.
Además, hay que tener en cuenta que este juego de avances y retrocesos, no es gratis. Según la información suministrada por el Jefe de Gabinete y denunciada en esta Legislatura, el gasto anual de consultoría supera los 300 millones de pesos.
Es cada vez más evidente que la necesidad del Ing. Macri, de presentar una imagen dinámica y ejecutiva, no es compatible con la improvisación y la ineficiencia que muestra permanentemente su gobierno.
Diputado Raúl Puy
Agosto de 2009
