El diputado socialista Raúl Puy, reivindicó y acompaña a los más de 150 feriantes del Mercado de Pulgas en su continuo reclamo de apertura de las nuevas instalaciones del predio desde 2006, a quienes distintos funcionarios del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires prometieron soluciones concretas que nunca llegaron.
El ex ministro de Medio Ambiente, Juan Pablo Piccardo, prometió reabrirlo seis veces antes de dejar su cargo pero las palabras jamás se tradujeron en soluciones para los feriantes. El funcionario sólo se limitó a explicar que su gestión concluyó la obra civil, pero que cuando se hizo cargo del mercado no estaba contemplado el sistema de prevención de incendios.
Durante la posterior asunción de Santilli la situación no cambió demasiado y actualmente los feriantes se encuentran hacinados en un terreno inundable, que sólo ofrece cuatro baños químicos en pésimo estado.
En los primeros cuatro años de demora la Ciudad gastó 12 millones de pesos y durante la gestión de Santilli se sumaron 3,5 millones para la compra de caños, bombas colectoras, y un tanque de 120 mil litros de agua, sumado a contratos con la empresa Edenor.
"Exigimos una solución inmediata a la problemática de los feriantes: garantías de seguridad, higiene, estudios de impacto ambiental de la obra y rendición de cuentas de la utilización de cada uno de los fondos destinados a dicha obra", comentó Puy.
Y agregó que "se trata de un derecho innegable de todos los vecinos de Buenos Aires que es el derecho a la información. Una vez más el pueblo quiere saber de lo que se trata, fehacientemente y sin dilaciones", concluyó el legislador.